En el cofre del tesoro

Hace mil años que no escribo. No quiero ni ver la fecha del último post porque me entra una crisis mundial interna. Este blog es tanto mi prolongación afectiva que el silencio de mi teclado me hace pensar que algo cambió… algo que no quería que cambie -y que tiene que volver a su estado original, ¡por el amor de Dios!-.

Y bueno, sí… Toda yo no he sido yo en los últimos tres meses, en los cuales se han producido una cadena de sucesos extraños, difíciles, dulces e implacables. Primero, se me acabó el premio de la lotería de Lima y Callao (así le llamaba mi ex jefe al puesto de Jefa de Comunicaciones que me adjudicó selectivamente sin trámites ni papeleos). Todos sabíamos que terminaría en cualquier momento, pero igual volver a los jeans un lunes por la mañana sin estar de vacaciones, friega. Friega el ánimo, la actitud, te da sueño, te da hambre, consumes más gasolina, te engordas, dejas de hacer planes… con total desmotivación ante mi rol de super Majo -salvo esporádicos chispazos de lucidez e inteligencia emocional-, encerré en un balón de gas mis carcajadas gratuitas y cerré la llave hasta nuevo aviso.

Durante esas semanas, mi soporte y resorte fue el fulano de aquel post sobre los violines que no escuché la primera vez que me besó. Se preocupó más que yo, incluso, por que ese paréntesis se cerrara ya. No sé si por mí o por él, el asunto es que supo acompañarme, con incuestionable fortaleza, y tal vez eso sea lo único que pueda agradecerle ahora (si es que no caigo en la tentación de borrar su recuerdo de la carpeta «aprendizajes forzosos»).

¿Cómo? ¿No que su sonrisa era el marcapasos de mi corazón y bla, bla, bla? Pues sí, sí lo fue, con mucho gusto y a mucha honra. Sin embargo, cuando solo una de las partes ama con un cariño optimista, desprejuiciado, transparente y decidido, el romance resulta cojo y ni en silla de ruedas se llega a ningún lado.

En mi caso, no solo esto ocurrió -que ya es decir bastante, por más llevadero que suene-. Resulta que, debido a un error conceptual, metodológico o como la retorcida maña legal del mencionado individuo lo quiera denominar, lo que tuvimos no fue una «relación formal». ¿Qué fue, entonces? Ni idea. Yo solo sé que los últimos tres 20 de cada mes, le di un regalo -simbólico, felizmente-, y le agradecí por estar conmigo, por lograr que ya no me suden las manos, por darme la oportunidad de amarlo casi por vocación… en suma, por ser mi enamorado -y yo, su enamorada-.

No obstante, a su entender (manifestado a su perpetua y tormentosa ex en mis propias narices), conmigo solo «salió» y por eso, cuando consideró que su relación con ella podría tener alguna esperanza luego de una década de futilidad, tenía todo el derecho de verla, de quererla, de desearla y hasta de celarla… mientras yo, inocente paloma, guardaba la última caja de lentejitas que me regaló y lloraba frente a su foto, presintiendo que algo sucio, totalmente ajeno a mi cariño ciego y sordo, se estaba cocinando a mi alrededor -y no me habían invitado a la comida-.

No sé si fue coincidencia que mis días feos comenzaran casi a la vez que mi relación con él… porque terminaron, como por arte de magia -de Dios-, cuando me dijo que teníamos que separarnos, aduciendo que tenía el corazón divido entre la ex y yo -la vida dividida, diría yo… ¡qué descaro de falacia!- y que nuestras diferencias doctrinales eran irreconciliables. En efecto, a partir de ese momento, salvo las lágrimas de ley debido a la ausencia del compañero, del amigo, del amor, la paz volvió a mi corazón. Volví a reír, volví a salir, volví a esperar… volví a mandar mensajes estúpidos por puro coqueteo y a apoyarme en la gente que realmente me quiere. Volví a trabajar, a usar mis pantalones de sastre y a asumir los viernes en la noche como un pedazo de gloria (lamentablemente, seguí comiendo así que no puedo decir que volví a tener mi peso ideal… ¡ya llegaré!).

Un pequeño gran incidente opacó mi tregua emocional -perpetua ya, espero- unos días, pero va quedando en el fango, de donde nunca debió salir. Me refiero al suceso a través del cual me enteré de que mi relación no fue relación, de que tanto el sujeto como su ex tienen los cables del cerebro -o del corazón…. o de las hormonas- enredados y de que tengo unos amigos totalmente maravillosos y cuerdos -¡qué tranquilidad!-, pues en todo momento aparecieron con la palabra oportuna y la sonrisa divina.

Sinceramente, no sé cuál ha sido el propósito de este post… por tanto, no sé cómo terminar… quizás solo diciendo que por favor, nunca tomen mi ejemplo sobre lo aquí narrado: no se dejen vencer por las dificultades pasajeras y la próxima vez que alguien les remueva el estómago, tómense su tiempo para conocerlo antes de entregar el corazón… que, aunque se vuelve más grande cada vez que ama, necesita el cuidado que se le prodiga al cofre de nuestros tesoros… ¡de Dios!.

8 comentarios en “En el cofre del tesoro

  1. me aceptarías un café el viernes por la noche? escribes de maravillas y sea ficción o realidad, me gustaría conocerte. Prometo portarme bien a la altura de las circunstancias.
    Dejame un mensaje aquí y yo sabré cómo contactarte,
    Un beso,
    IO

  2. Estimado max5:

    Un café con un buen lector siempre resulta tentador… sin embargo, la prudencia dicta que cuando se trata de extraños, es mejor menos que más. De todos modos, gracias por la invitación, y sigue visitando el blog (este fds habrá un nuevo post).

    ¡Saludos!

  3. Que agüis Majo!!!! Pero tienes razón. Recomiendo que este fin de semana busques a alguien (dentro de tus conocidos claro está) y salgas a tomar el cafecito aunque sea. Max es historia!!!! (aunque yo si aceptaría!!!)
    Lindo tu post.
    AB!

    hay que gracioso, sigo tu blog ya de tiempo y es mi primer post y me pongo a dar consejos!!!

  4. ¡Hola Anabella!

    Qué gusto saber que sigues mi blog desde hace tiempo. A ti y a todos los que en silencio me acompañan, va mi FIRME PROMESA de postear más seguido… ¡tengo mil historias que les pueden gustar!

    Lamentablemente, no pude aceptar la invitación… y sí pues, es que ando medio «agüis», jaja… después de lo que me pasó con mi último chico, que como te habrás dado cuenta resultó ser medio enfermo mental (imagínate, estar con dos a la vez y pretender que nada pasó… y eso que no he contado que me encima me pidió que lo ayudara a volver con la otra víctima, pffff), estoy guardando extremo cuidado. Este corazón ya fue suficientemente maleteado, ¡FUERA DOLOR! ¡PARE DE SUFRIR! jaja…

    Mil gracias por escribirme 🙂

    Majo.

  5. Es impresionante como una persona puede sentirse tan libre, tan en paz con su propio espírirtu que sin pensarlo dos veces escribe en este medio (en el que cualquier persona conocida o no, puede participar), sus pensamientos, tertulias, experiencias… Es intersante conocer a alguien que no le importa que yo Max u otros extraños puedan leer esas palabras que a veces expresan experiencias desagradales como la que cuentas en esta oportunidad, aun sabiendo que podamos criticar, burlarnos, pensar mal (que no es mi caso quisiera aclarar). A medida que más leo tus publicaciones, más me intereso en tu blog, es increible. Muchos exitos para tí, desde aquí conentro todas mis energías para que toooodas las mujeres y hombres que buscamos incansabls ese amor sencilo, unico, pero casi imposible lo encontremos… Saludos.

    • Muchas gracias por escribir… el blog es justamente para compartir experiencias, al margen de lo que piense la gente… ya me ha pasado que me han creado historias «de la vida real» algo enredadas a partir de lo que han leído, pero bueno, siempre hay gente que no puede vivir sin decir algo… empezando por mí (por eso tengo el blog, jaja… aunque reconozco que super descuidado, sin actualizarlo, qué desastre soy!!!). Pero este 2010 me he propuesto contar mejores historias (¡vaya si las tengo!), así que estáte atenta si puedes 😀

  6. Ola Majo,
    te descubrio de un otro lado… Y me gusta mucho leer te pues…
    Yo antes de irme en tu linda america del sur… He empezado a escibir sobre un blog…
    http://maparenthese.blogspot.com/ (es en frances… jeje)
    Mi primera motivacion para hacer este blog fue para aceptar mi separacion con mi ex…
    Y hoy dia mismo, he visto ke tu tambien tenia tu blog… Y me parece un super Blog. Bacan este post…
    Para me he tenido el mismo problema para seguir de escribir frecuente… y ya ahora mi inspiracion se fue…
    Pero tu tienes ke seguir, y ya se nota ke hay full personas como el max ke van a tener gana de invitar te a salir pues… Hay ke saber acceptar algunas invitaciones… Para poder darse «su tiempo para conocerlo antes de entregar el corazón»… Y encontrar LA PERSONNE…
    Sombrero super majo, «tu as du talent»

    Tristan el francesito

    Tristan

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